Quiero ante todo pedir disculpas si mis
palabras ofenden o si se percibe en
ellas el más profundo de los resentimientos, el mas profundo de los odios, pero
es que no hay manera de contener esta emoción y la impotencia de no poder darle en la madre a estos infelices que
todavía tienen el descaro de presentar sus caras bien lavadas y ofrecer gestos
y palabras de solidaridad.
Maldito
( y que Dios sepa perdonarme) aquel que por ostentar y querer mantener
el poder le importa un bledo la vida de sus semejantes.
Para este funesto régimen encabezado por
Hugo Chavez y secundado por un enjambre de maleantes que no hace falta ni
nombrarlos porque son harto conocidos por todo el país, nunca fue, ni sera
suficiente el clamor de cientos de Venezolanos
que a diario les advierten las consecuencias del mal manejo que han
hecho y están hacienda de los recursos y las instituciones .
Para no ir tan lejos y no caer en
detalles me viene a la mente la desdichada escena donde esta mala reproducción
del anticristo, celebraba en cadena nacional la caída del viaducto Caracas La
Guaira, donde afortunadamente no hubo perdidas humanas (no que se sepa) pero si
un duro golpe para el bolsillo de todos los venezolanos.
No bastaron voces expertas y comunicados
del Colegio de Ingenieros, advirtiendo que esto iba a suceder, que esta
importante vía de comunicacion, así como muchas otras infraestructuras en el
país estaban y siguen estando a punto de colapsar. Este ser mal nacido solo se
dedicaba a burlarse y descalificar, llenando de improperios e insultos a todo
aquel que se atreviera a decir que en el mar de la felicidad las cosas andaban
mal.
Nunca son suficientes las voces de ciento de miles de Venezolanos clamando
por justicia porque han perdido un familiar
en manos del hampa , ni porque han perdido sus trabajos, ya que usted y su nido de sabandijas los echan a las
calles sin piedad alguna por el solo hecho de disentir de su maldito régimen.
Nunca serán suficientes las voces que
le advierten que su política de expropiacion, de intervención y de destrucción
esta acabando con lo poco que nos queda de País. No existe prelado, ni experto petrolero, ni político, ni periodista, ni
economista, ni líder vecinal o sindicalista que pueda advertir sin que sea un
tarifado del imperio, un escuálido ,majunche, apátrida y pare usted de contar
las barbaridades que de la cloaca de su boca salen.
Ya me toco observar y ser testigo en la oportunidad de estar
como instructor en PDVSA de un grupo de
muchachos que se preparaban para ser operadores de planta en el Complejo Refinador de Paraguana, de la calidad de gente en manos de quien
estaba nuestra industria petrolera, lo
que en otrora fuera un icono de eficiencia y meritocracia.
Pues sepa usted señor presidente
(insisto, si así se le puede llamar), que el país entero es testigo de las
incontables veces que se le ha dicho que las cosas en la Industria Petrolera no
estaban bien, que las plantas no estaban funcionando como tenían que funcionar,
que las personas que estaban al frente no tenían la capacidad, que no se le
estaba hacienda el debido mantenimiento a las plantas, a los equipos y a la
infraestructura, que PDVSA mas allá de estar repartiendo bolsas de comida de
Mercal , televisores,cocinas, neveras y camas, tiene una misión muy especifica
y delicada a la cual dedicarse.
No con esto quiero decir que la
empresa no se ocupara de las necesidades del pueblo, pero existen y siempre han
existido los mecanismos a través de los aportes y las donaciones a otras
instituciones que que muy bien se han podido dedicar a estas labores y no
distraer el fin principal de la industria y que solo ha servido para lucrar los
bolsillos de unos cuantos malandrines.
Sepa usted que el país entero es testigo
de la cantidad de veces que se le advirtió que el inefable Rafael Ramirez y
unos cuantos mas, lo único que han hecho aparte de cobrar la bola de millones
que tienen como sueldo, es hablar paja y hacer negocios fraudulentos y para su
propio beneficio con los recursos de
todos los Venezolanos.
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